Comentario
Capítulo veinte y uno
De los que venden colores, tochómil y xícara, etc.
El que vende los colores que pone encima de un cesto grande es de está propriedad: que cada género de color pónelo en un cestillo encima del grande, y las colores que vende son de todo género, las colores secas y colores molidas, la grana y amarillo claro, azul claro, la greda, el cisco de teas, cardenillo, la alumbre y el ungüento amarillo llamado axi, y el chapuputli mezclado con este ungüento amarillo, llámase tzictli, y el almagre. Vende también cosas olorosas, como son las especies aromáticas, que se llaman en la lengua tlilxúchitl, mecaxúchiti, ueinacaztli. También vende cosillas de medicina, como está cola del animalejo llamado tlacuatzin, y muchas yervas y raízes de diversas especies. Allende de todo lo dicho, vende también el betún que es como pez, y el encienso blanco, y agallas para hazer tinta, y la cevadilla y panes de azul, y azeche, y marcaxita.
El que es tintorero tiene por oficio teñir la lana con diversas colores, y a las vezes con colores deslavadas o falsas. La lana que vende es bien teñida, y dale buen punto, y tiñe de diversas colores: amarillo, verde escuro, verde claro, verde fino, encarnado, con las cuales colores tiñe la lana.
El que vende las xícaras cómpralas de otro para tornallas a vender; y para venderlas bien, primero las unta con cosas que las hazen pulidas, y algunas las bruñe con algún betún con que las haze reluzientes, y algunas las pinta rayendo o raspando bien lo que no está llano ni liso. Y para que parezcan galanas, úntalas o con el axin o con los cuescos de los çapotes amarillos, molidos, y endurécelas o cúralas al humo, colgándolas en la chimenea. Y todas las xícaras véndelas, poniendo aparte o por si las que traen de Cuauhtemala y las de México y las de otros pueblos, unas de las cuales son blancas, otra prietas, unas amarillas, otras pardas, unas bruñidas encima, otras untadas con cosas que les dan lustre, unas son pintadas, otras llanas sin labor y color, unas son redondas, otras larguillas o puntiagudas, unas tienen pie, otras asillas o picos, unas asas grandes y otras como calderuelas, unas son para bever el agua y otras para bever atol. Fuera de esto, vende también las xícaras muy pintadas de Iúcar, y las xícaras como bacines, anchas, y xícaras para lavar las manos y xícaras grandes y redondas, y los vasos trasparentes, y las xícaras agujeradas para colar; éstas suélelas comprar de otro para tornallas a vender y para llevarlas a vender fuera de su tierra.
El que trata en vender papel, májalo si es de la tierra. También vende el de Castilla, el cual es blanco o rezio, delgado, ancho y largo, o gordo, o grueso, mal hecho, gorolloso, pudrido, medio blanco, pardo.
El que trata en cal, quiebra la piedra de que haze cal y la cueze, y después la mata. Y para cozerla o hazerla viva, junta primero toda la piedra que es buena para hazer cal, y métela después en el horno, donde la quema con harta leña, y después que la tiene cozida o quemada, mátala para augmentalla. Este tal tratante unas vezes vende la cal viva y otras vezes muerta; y la cal que es buena sácala de la piedra que se llama cacalótetl quemada, o de la piedra que se llama tepétlatl.